¿Qué sería de la vida sin profesores?
Todos tenemos un rol en nuestro día a día que, aunque de
forma implícita, repercute a las personas de nuestro entorno: la familia, los
compañeros, etc. Es el rol que nos
dicta nuestro puesto de trabajo, nuestra profesión; porque la sociedad constituye
un conjunto de cadenas que permiten
que evolucionemos como humanidad.
¿Os habéis preguntado cuáles son las verdaderas labores en
el caso del docente?
De acuerdo a la LOE y, más tarde, a las modificaciones
contenidas en la LOMLOE, se habla de doce
funciones docentes (artículo 91), además de una última, la número 13. Esta última ha sido tomada
del sistema educativo finlandés, ya que este se considera unos de los modelos
educativos con más éxito de acuerdo al informe PISA 2018.
Las funciones docentes son las siguientes:
1.
Secuenciación y enseñanza de las áreas.
2.
Evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
3.
Tutoría, dirección y orientación y apoyo a los alumnos.
4.
Orientación educativa, académica y profesional.
5.
Atención integral al alumnado.
6.
Promoción, organización y participación en las actividades
complementarias.
7.
Contribución al clima de respeto y tolerancia.
8.
Información a las familias sobre el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
9.
Coordinación de las actividades docentes, de gestión y
dirección.
10.
Participación en la actividad general del centro.
11.
Participación en planes de evaluación.
12.
Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza.
13.
Realizar todas estas funciones bajo el principio de
colaboración y trabajo en equipo.
Los profesores tienen mucha responsabilidad en nuestra
sociedad, ¿verdad? ¿Realmente todos los profesores desempeñan todas estas
labores por igual?
Hoy en día, aunque exista aparentemente un progreso en la
educación, aún contamos con una pequeña, pero igual de merecedora, parte de la
sociedad que tiende a ser conducida hacia el temido fracaso escolar. Este fenómeno ha estado patente desde años atrás
y, desafortunadamente, el problema sigue persistiendo. Sin embargo, no todo
acaba ahí. Tenemos la suerte de que en España se lleven a cabo programas
especializados para que, estudiantes en esta situación, tengan oportunidades
para encontrar un camino asequible para convertirse en personas funcionales e independientes. Es el ejemplo de los centros
financiados gracias a la Fundación Tomillo.
Estos centros cuentan con profesorado comprometido en su labor y se implican en
reconducir a personas que han “fracasado escolarmente”, de acuerdo al sistema
educativo convencional. Debido a sus insuficientes calificaciones, este
alumnado cuenta con nuevas oportunidades para encontrar su camino en el mundo
laboral y, por consiguiente, en el conjunto de cadenas que constituyen la
sociedad. El profesorado de estos centros no sólo tiene la función de
enseñarles los contenidos de las materias del currículo, sino también instruirles
en el oficio, siempre desde el reconocimiento de valores, el esfuerzo y la
motivación, al mismo tiempo que aprenden a aceptar los defectos y a reconvertirlos en virtudes.
Hay un documental
muy interesante que muestra la experiencia de tres estudiantes que asistieron a
uno de los centros de la Fundación Tomillo. A pesar de que fue emitido en 2011,
diez años después continuamos con un alto porcentaje de fracaso escolar. Recomiendo
que le echéis un vistazo, aquí os dejo el enlace: Documentos TV - Un pulso al fracaso (2010)
¿Sabríais identificar en el
documental ejemplos de cada una de las funciones docentes citadas anteriormente?
Es verdaderamente impresionante ver cómo los profesores trabajan y acatan todas
y cada una de las funciones docentes.
Centrando la atención, por
ejemplo, en la función número 6: Promoción, organización y participación en las actividades
complementarias, considero que se trata de
una de las funciones más representativas de la actividad de estos centros. Los
profesores se desvivían por buscar actividades atractivas para ayudar a los
estudiantes a conocerse a sí mismos y aprender de sus errores. Era realmente
sorprendente ver cómo los chicos evolucionaban.
Como conclusión, debemos ser
conscientes de que sin profesores la vida sería complicada. El docente es un guía que nos abre camino a través de la
reflexión y la construcción de valores, los cuales nos permiten adquirir
confianza en nosotros mismos y, por ende, disfrutar de sean cual sean las
actividades o responsabilidades que debamos realizar en nuestro día a día.
¿Sabrías recordar aspectos de tus profesores que te gustasen de verdad? Si no es así, ¿qué tipo de profesorado te habría gustado tener durante tus años como estudiante?
¿Qué sería de la vida sin música? ¿o sin personas como tú? Siempre atenta a todos, siempre con la pregunta adecuada, siempre con entusiasmo y buen hacer. ¡Qué afortunados somos de tenerte!
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con el comentario anterior de mi compañera Alba.
ResponderEliminarEs cierto que el docente tiene un rol muy importante para sus estudiantes, pero no somos conscientes de que los compañeros de clase tienen un papel igual o más importante que los profesores. Y tú, querida Virginia, eres una compañera increíble. Siempre dispuesta a hablar y a escuchar a los demás.
De los mejores profesores que recuerdo, destacaría la cualidad que tenía para fomentar este buen ambiente en clase de respeto y de ayudarse los unos a los otros. Aunque con compañeros como tú, no habría hecho falta esta "ayudita" del profesor.