El gran valor de la orientación educativa
Las edades comprendidas
entre los 13 y los 17 años son aquellas en las que el adolescente atraviesa la
etapa más complicada del desarrollo humano, los cambios biológicos por los que
pasan estos jóvenes suponen problemas como baja autoestima, sexualidad y
confusión sobre su vocación y futuro.
También
comienzan los noviazgos que
muchas veces pueden terminar en embarazo precoz,
es por esto que la orientación educativa tiene tanta importancia. Prevenir
o ayudar a canalizar estos problemas será parte de la función del orientador
escolar.
Para llevar a cabo su trabajo de la
forma más óptima en cuanto a orientación académica, la orientación educativa en la adolescencia se basa en el perfil académico y personal del estudiante de modo que
sea capaz de presentarle un plan de posibles carreras a estudiar según sus
gustos, aptitudes y las calificaciones que ha obtenido hasta el momento.
En definitiva, orientar consiste en comunicar desde la empatía y cercanía para
que el propio adolescente pueda abrirse al orientador y tomar decisiones de
forma conjunta entre ambos.
Por ello, ¿Cómo podemos acompañar y ayudar a nuestros estudiantes a recorrer la adolescencia y construir esta etapa con fortaleza interior?
Fomenta la comunicación
Es importante que sienta que puede
contar contigo y que puede hablar de sus preocupaciones. Tendrá más efecto y
perdurará en el tiempo si no se siente juzgado.
Educa en respeto
Educar desde el respeto, con y para la aceptación, reconocimiento y
consideración, no sólo de sí mismo y de los demás. El respeto es un sentimiento
positivo que ayuda a la autoaceptación y a la convivencia, ingredientes
necesarios para una vida sana integral.
Evita ser autoritario
El autoritarismo tiende a incrementar la rebeldía en la adolescencia y a
romper la comunicación con los estudiantes. Practica la comunicación asertiva,
y habla de las normas y límites acordando con ellos las condiciones y las
consecuencias de su cumplimiento e incumplimiento.
Fomenta los puntos fuertes
Destacar las cosas positivas que los estudiantes hacen es crucial en el
desarrollo de su autoestima. Sustituye comentarios negativos a un tono más
neutro, por ejemplo, en lugar de “no has entendido nada de lo explicado” mejor
“si sigues practicando, verás cómo lo entenderás”. En este ejemplo se enfatiza
que la constancia y esfuerzo son un punto favorable de su actitud.
Por supuesto, cuando el adolescente deba enfocarse en los problemas tanto
personales como educativos debemos proveerles de estrategias, soluciones o
posibles respuestas a esos inconvenientes que le aquejan. Crea un plan de
trabajo con los padres de forma que ellos se puedan integrar y de ser
necesario, busca apoyo en otro especialista, ya sea en el orientador, un psicólogo
o un psicopedagogo.
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