El cuidado del músico freelancer
La
práctica musical profesional conlleva un estilo de vida exigente y repleta de compromisos
por parte del músico. Son numerosas las horas que los instrumentistas pasamos
con nuestro instrumento, haciendo frente a largas sesiones de estudio, pruebas,
exámenes y concursos, etc., siempre aspirando a la excelencia en la
interpretación.
Surge
por tanto la necesidad de cuidar aspectos externos a la práctica instrumental
que guardan una estrecha relación con el rendimiento interpretativo.
La alimentación y el entrenamiento físico deben ser considerados dos aspectos a tener en cuenta en estos casos por su influencia directa sobre aspectos propios de la actividad musical, además de constituir una de las principales vías para mantener la salud y prevenir enfermedades, ya que los alimentos que ingerimos diariamente participan activamente en numerosos procesos corporales, así como las ventajas del ejercicio físico.
Los
músicos dedicamos muchas horas de esfuerzo físico para llevar a cabo su tarea.
Las horas de ensayo y dedicación pueden provocar un desgaste muscular y óseo que
puede mitigarse y/o prevenirse mediante una adecuada alimentación y rutinas de
entrenamiento. De hecho, se han realizado estudios que demuestran que unos buenos hábitos en la alimentación y el ejercicio, aumenta el rendimiento en la ejecución musical tanto a
nivel físico - prevención de enfermedades - como psicológico -
aumento de la concentración, control de la ansiedad, motivación, autoconfianza,
etc.
Existen una serie de recomendaciones que se pueden
seguir fácilmente y crear nuevos hábitos alimenticios poco a poco hasta
conseguir integrar en nuestro día a día unos hábitos saludables que nos
permitan cuidar nuestra salud y optimizar nuestro rendimiento. Los
músicos, como los deportistas, pueden seguir unas pautas de alimentación antes,
durante y después de un ensayo o concierto en particular y hábitos saludables
incorporados a su día a día de forma general.
Muchas veces las prisas, los desplazamientos, los
viajes, etc., hacen que caigamos en la tentación de tomar comidas rápidas o “comida
basura”, o simplemente cosas que parecen comida, introduciendo en nuestro
organismo sustancias tóxicas que se acumulan, difíciles de eliminar, haciendo
que nuestros órganos no funcionen correctamente y sobre todo instalando estos
malos hábitos en nuestro día a día sin esforzarnos por cambiar y mejorar.
Quiero hacer referencia a la importancia de la educación alimentaria y física de los
estudiantes de las enseñanzas de educación secundaria. Si existiera una educación real en estos dos ámbitos, se evitarían
muchos problemas de salud entre los adolescentes, además adquirirían hábitos
beneficiosos cruciales en el desarrollo de la constancia y, así, poder
amortiguar los desencadenantes del fenómeno tan complicado de erradicar, el fracaso escolar.
Ánimo para todos los músicos, algún día la música será valorada como se merece y el músico será considerado por su duro y continuo trabajo.
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