¿En el aula o en casa?
Aunque parezca extraño, cada vez más madres y padres
se arriesgan por desviar el camino educativo tradicional y optar por la educación
en el hogar, también conocida como homeschooling.
Parece ser que los
beneficios para los niños dentro de este esquema se reflejan, según las familias
encuestadas, en el florecimiento de la creatividad
y el interés por la vida, así como en un aumento del interés por la lectura y
¡los números y cálculos! Algunas madres señalan que sus retoños demuestran en
el calor de sus casas inquietas ganas de vivir, pasión por los animales y
rescatan el valor de cercanía a sus familiares. ¿Y qué ocurre con los
niños escolarizados? ¿No muestran ganas de comerse el mundo ni desarrollan la
creatividad?
La tendencia de una familia común española consiste en cargar
el horario de los niños, con el objetivo de que puedan experimentar todo tipo
de actividades que estén al alcance: deportes, clases de refuerzo en idiomas,
música, pintura, danza, etc. ¡Y la lista sigue! Todas estas actividades sumadas
a las horas escolares y las horas de estudio personal, ciertamente no permiten
que los estudiantes puedan experimentar y pararse a pensar en aspectos simples
de la vida que no se aprenden en el colegio. Aquí es donde la educación no formal entra en juego y a
la que se le debería dar la misma importancia que a la educación formal.
De hecho, según un informe de la OCDE, los escolares en
España obtienen peor formación a pesar de recibir 246 horas lectivas más al año que en Finlandia, la potencia educativa
por excelencia. ¿Es la educación en España suficientemente efectiva en la
formación de nuestros futuros profesionales?
Como había mencionado, homeschooling
está siendo una elección para muchas familias porque tienen la seguridad que
sus hijos obtendrán una formación más integral en las primeras etapas de su
vida hasta el comienzo de la Universidad. Tal vez, cursar las enseñanzas
primarias en el hogar podría ser una vía sostenible y asequible para acceder,
más tarde, a las enseñanzas secundarias. Pienso que los niños y niñas deben
aprender a convivir en sociedad para
poder enfrentarse a los problemas del mañana, y el aula sigue siendo una
sociedad, aunque sea a menor escala. En casa no deja de existir cierta
protección e irrealidad, lejos de la dura realidad que se presenta en la sociedad
actual.
La resiliencia o
entereza es una capacidad crucial que todo ser humano debe adquirir para
sobrevivir. Casi me atrevo a relacionarlo con la Teoría de la Selección Natural
de Darwin. Si somos incapaces de adaptarnos al medio, no podremos evolucionar
como personas funcionales y acceder al mundo laboral. Puede que haya hecho
referencia a la importancia de la
escolarización a través de esta teoría de forma algo exagerada, pero tiene
mucha relación. Quien mejor preparado esté para comerse el mundo, mayores
oportunidades tendrá para sobrevivir.
Por tanto, homeschooling
y la escolarización son vías que no deberían superponerse si no complementarse.
Os invito a ver un documental muy interesante sobre dos
hermanos educados en casa, aunque sigan un seguimiento a través de una institución
Americana en modo online para poder acceder a la Universidad: “Cuando la casa se convierte en escuela”.
¿Cuál crees que sería la mejor opción educativa en España? ¿Deberían mantenerse el número de horas lectivas? ¿Debería de promoverse el homeschooling hasta cierto límite?
Una entrada muy interesante, Virginia. ¡Sigue así!
ResponderEliminarComplicado… A nivel personal creo que es mejor que los niños se relacionen con más niños, pero… puede que la carga lectiva sea demasiada. Muy interesante!
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