"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Centrándonos en que la Educación es un bien de interés público y un derecho para toda la comunidad, debemos tener presente qué medidas educativas funcionan y, por supuesto, continuar cumpliendo; sin embargo, también debemos ser críticos y reflexionar en qué medidas se podrían implementar para mejorar nuestro sistema educativo.
Estoy completamente segura que el profesorado es consciente, en su día a día, de cuestiones que afectan negativamente a la evolución del proceso de aprendizaje del alumnado. En lugar de crear controversia, optan por adaptar su labor docente dentro del aula y cumplir, desde la modestia, con la legislación en cuestión. De esta manera, se debería reflexionar sobre lo que solía decir Marcel Proust, "aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia". Dicho de esta manera, el pequeño cambio desde el aula es indudablemente el primer paso para desarrollar una mayor eficacia del sistema educativo.
Si tuviese la oportunidad de tomarme un café con Pilar Alegría, Ministra de Educación y Formación Profesional, me encantaría consensuar sobre las posibles nuevas medidas a implantar.
Por ello, a continuación, enumero algunos aspectos del sistema que, en mi opinión, conducirán a un sistema más eficaz:
Mejorar la motivación
Tanto el alumnado como el profesorado deberían de tener la oportunidad de conocerse previamente antes del comienzo de curso. Hacer una especie de ”puertas abiertas al centro” donde se pudiese realizar una toma de contacto, incluso a modo de entrevista grupal para que profesorado y alumnado pudiesen mostrar sus inquietudes y reflexionar sobre los objetivos de las materias. De esta manera, docente y discente estrecharían lazos y existiría una conexión suficientemente motivadora para, en un primer lugar, asistir al aula con entusiasmo.
Disminuir la ratio de alumnado en el aula
Esta medida está estrechamente relacionada con la anterior. El hecho de que el docente cuente con una clase más reducida en número, permite que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más individualizado. De este modo, los alumnos y alumnas no tendrían necesidad de asistir a clases particulares para reforzar en las asignaturas, sino que el ejercicio del docente supliría todas las necesidades que estos precisan.
Mayor inversión
Indudablemente, si disminuye la ratio de alumnos y alumnas en el aula, sería necesario un aumento en la plantilla del profesorado. ¿Qué mejor que invertir en profesorado cualificado para satisfacer las necesidades del alumnado dentro de las instituciones públicas? De esta manera, las familias no tendrían que costear más clases particulares.
Mayor implicación de las familias
La familia y las instituciones educativas deben siempre ir de la mano. Son dos pilares fundamentales que, si tuviesen mayor comunicación, se evitarían gran cantidad de problemas donde los estudiantes son los primeros afectados.
¿Y tú? ¿Qué medidas crees que supondría un alivio en la educación de nuestros futuros profesionales?
¿Me preguntas a mí?, ¿eres consciente que aun no soy ni profe ni padre?, pero ya que me preguntas, responderé, así desconecto de las palabras raras de los apuntes de Sociología. Me gustaría que los colegios no fueran centros cerrados y aislados de la vidilla del barrio, que los colegios se interesen también en la vida comunitaria y se integren más en el barrio. ¡Un placer leerte, Virginia!
ResponderEliminarRober!
Muy importante la conexión de la familia con la comunidad educativa y también con la sociedad. Todos participando en la tarea educativa, pues la educación es la base de nuestra sociedad y a todos nos interesa que nuestros niños estén bien formados. Una buena formación nos hace más libres
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